¿El cateterismo para diagnóstico de la HAP?

Por la Dra. Lorena Coronel
Integrante del Comité de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar de FAC.

¿Es necesaria la realización de un cateterismo cardíaco derecho para el diagnóstico correcto de la hipertensión arterial pulmonar?
Para contestar esta pregunta, debemos saber que el diagnóstico de certeza de hipertensión pulmonar se realiza mediante la medición directa de la presión en la arteria pulmonar, en condiciones de reposo (el paciente no debe estar en una situación de descompensación, por ejemplo, con una infección activa o con retención de líquidos) y mediante un cateterismo cardiaco derecho.

El cateterismo cardiaco derecho es un estudio invasivo, y habitualmente suele ser el último examen en realizarse cuando se estudia a un paciente con sospecha de hipertensión pulmonar. Invasivo quiere decir que para su realización se realiza una punción, en este caso de una vena, que será el sitio de acceso a través del cual se coloque el catéter (que se llama catéter de Swan Ganz) que medirá directamente la presión a nivel de la arteria pulmonar. Nos sirve para hacer el diagnóstico definitivo de hipertensión pulmonar ya que permite cuantificar de manera directa las presiones a nivel de la arteria pulmonar.

Para decir que un paciente tiene hipertensión pulmonar, la presión media a nivel de la arteria pulmonar debe ser mayor a 20 mmHg.

También el cateterismo cardíaco derecho explora la función del corazón a través de lo que llamamos índice cardíaco (una medición de la fuerza que tiene el corazón) y a través de otras mediciones que se realizan durante el mismo procedimiento nos permite conocer el tipo de hipertensión pulmonar, lo que es muy importante para iniciar el tratamiento correcto.

En algunos tipos de hipertensión pulmonar (la llamada idiopática, hereditaria y asociada a tóxicos o drogas); si se confirma con el cateterismo cardiaco derecho el diagnóstico de hipertensión pulmonar, se realiza una prueba con un fármaco vasodilatador que permite ver si los vasos pulmonares se dilatan o no como respuesta a este fármaco. Esta prueba que se llama “prueba vasodilatadora” o “test de vasorreactividad” también es muy importante para definir el tratamiento más apropiado.

Muchas veces es necesario repetir el cateterismo cardíaco derecho, con una frecuencia variable, que depende de muchos factores, por ejemplo, de cómo está el paciente con la medicación que se inició (comprobar la efectividad del tratamiento), o en el caso que exista un deterioro clínico o descompensación y necesidad de agregar un nuevo fármaco.

Básicamente, este procedimiento consiste en colocar un catéter en la arteria pulmonar con el que se efectuarán las diferentes mediciones. Se realiza mediante una punción en la piel, que está previamente anestesiada (localmente). A través de esta punción, se introduce un catéter muy delgado y flexible (catéter de Swan Ganz, por los médicos que lo diseñaron). Los sitios de acceso preferidos son las venas del cuello o de la región inguinal, también puede usarse una vena del brazo, aunque se utilizan con menos frecuencia. Este catéter avanza a través del corazón derecho, como lo muestra la imagen, hasta llegar a la arteria pulmonar. Para ver el recorrido que realiza este catéter se utiliza un monitor y a veces también un equipo de radiología.

El cateterismo cardíaco derecho es, como dijimos un estudio invasivo, pero, en general se lleva a cabo de manera ambulatoria. Esto quiere decir que se cita al paciente en el centro de referencia donde se realizará, en general con 4 horas de ayunas, y en ocasiones se le solicita también que suspenda su medicación anticoagulante, si el paciente se encuentra tomando este tipo de fármacos.

El paciente está acostado de espaldas y despierto durante todo el estudio. Al terminar el cateterismo, se retira el catéter y se comprime unos minutos el sitio de la punción para evitar sangrados.

El procedimiento completo dura aproximadamente dos horas; y el paciente puede comer y tomar su medicación una vez terminado el estudio; y puede regresar a su casa.

Al ser un procedimiento invasivo, este estudio tiene una morbilidad de 1.1% y mortalidad de 0.05%, por lo que siempre debe realizarse en centros de referencia en hipertensión pulmonar.

La llamada morbilidad está relacionada con complicaciones en el sitio de punción: hematoma; sangrado; infección; neumotórax o colapso del pulmón por punción accidental del mismo.

Por estas potenciales complicaciones, al finalizar el estudio y regresar a su casa, el paciente debe vigilar el sitio de punción donde se realizó el estudio y consultar inmediatamente ante cualquier signo de alarma (si sale sangre, pus, o nota enrojecimiento o hinchazón importante).

Actualmente no hay ningún estudio que reemplace al cateterismo para el diagnóstico de hipertensión pulmonar.

El ecocardiograma y la resonancia nuclear magnética cardiaca son estudios que hacen sospechar el diagnostico de hipertensión pulmonar, pero estos dos estudios estiman de manera indirecta la presión pulmonar, por lo tanto, no sirven para realizar un diagnóstico de certeza, y NO se debe iniciar ningún tratamiento para esta enfermedad si no se realizó un cateterismo cardiaco derecho en un centro de referencia.